El proceso de tronadura es parte de la etapa de extracción de minerales, y corresponde a una operación realizada tanto en minas a rajo abierto como en minas subterráneas. Su objetivo consiste en fragmentar el macizo rocoso, logrando reducir su tamaño a un diámetro que por lo general es menor a 1 metro. El proceso en particular consiste en depositar el explosivo en los pozos de perforación construidos, para luego establecer una secuencia de detonaciones, llevando a cabo una fragmentación de la roca por etapas. Los fragmentos de roca resultantes posteriormente son cargados y transportados al chancado primario o a los botaderos (Portal Minero, Manual General de Minería y Metalurgia, 2006).

La metodología de trabajo asociada a la tronadura varía en función de cada mina, pero por lo general, se pueden resumir en las siguientes actividades (Portal Minero, Manual General de Minería y Metalurgia, 2006), (Rojas, 2009):

1. Acondicionamiento de la zona de operación (incluyendo el aislamiento del sector),
2. Llegada y posicionamiento de carguío de explosivos,
3. Colocación de explosivo y accesorios necesarios,
4. Control de calidad del explosivo (en ciertos casos),
5. Entacado del pozo,
6. Amarre según secuencia de detonación especificada,
7. Revisiones de seguridad en el sector,
8. Primer aviso de detonación,
9. Avisos posterior y último,
10. Tronadura,
11. Ventilación o limpieza del sector,
12. Revisión de seguridad,
13. Quema de tiros quedados,
14. Reducción secundaria (en caso de ser necesario).

Una vez que las perforaciones se han llevado a cabo y se han comprobado los respectivos requisitos de calidad y cantidad impuestas, se inicia la operación.

En efecto, la tronadura corresponde al primer proceso de conminución, por lo que es de relevancia que ésta se lleve a cabo con éxito para así permitir un buen manejo posterior del material resultante.

Ilustración 5. Proceso de tronadura (Minería Chilena: Fragmentación y tronadura – Optimización energética de operaciones mineras, s.f.).

La fragmentación de rocas requiere de aplicación de energía, la cual se obtiene a partir de reacciones químicas resultantes de la detonación de cargas explosivas insertas en el macizo rocoso. Los explosivos químicos empleados en este proceso se clasifican en dos en función de su onda de choque: explosivos rápidos y detonantes, los que trabajan a velocidades de 2.000 y 7.000 [m/s], y explosivos lentos y deflagrantes, con velocidades inferiores a 2.000 [m/s]. En minería extractiva, se trabaja fundamentalmente con los primeros (Aguirre, 2016).

Por otro lado, en este proceso, los equipos implementados corresponden principalmente a blasters, loggers, detonadores, explosivos, camiones fábrica y polvorín.

En cuanto al consumo energético asociado a la tronadura en minería subterránea y a rajo abierto, este se puede observar en la siguiente gráfica, la cual muestra la distribución porcentual del consumo energético asociado a la etapa de extracción de cobre. En esta imagen, es posible apreciar que el porcentaje de consumo energético asociado al proceso de tronadura es aproximadamente del 20% en minas a rajo abierto, y aproximadamente del 2% para minas subterráneas.

Ilustración 6. Distribución porcentual del consumo energético asociado a la extracción de cobre (The Warren Centre, 2020).